Los estudios muestran que todas las plantas brindan beneficios para la salud mental. Ver y estar cerca de las plantas constantemente nos ayuda a sentirnos más tranquilos y relajados, disminuyendo así los niveles de ansiedad. Nutrir y cuidar nuestras plantas también puede reducir los niveles de estrés y mejorar nuestro estado de ánimo.
La importancia de las plantas en la salud mental de los seres humanos no es, únicamente un mito, creencias populares o esotéricas. Cada vez son más los estudios científicos que evidencian que existe una relación directa entre nuestro bienestar emocional y el cuidado de las plantas. Algo de lo que hemos tomado conciencia después de lo vivido durante y después de la pandemia de Covid-19.
Si hablamos del aspecto físico que tienen las plantas, este se convierte en un estímulo visual que se considera estéticamente agradable y que a su vez, ayuda a reducir y liberar tensiones, pues se ha demostrado que entre las emociones que evocan las plantas predominan estados como la alegría, calma y el optimismo. Mientras que las emociones negativas como el estrés, la tristeza, el miedo o la depresión, disminuyen considerablemente.
No es solo ver lo que la planta mejora nuestro ánimo, sino que los olores, el tacto y los cuidados tienen el potencial de impactar en nuestras vidas. Según los investigadores, es suficiente con tener 5 plantas para notar los beneficios y potenciar las emociones positivas. De hecho, 20 minutos rodeados de verde y flores son suficientes para sentirnos mejor.
Se han evidenciado infinidad de beneficios que podemos agruparlos en los siguientes 4 grupos:
1. Reducen el estrés y proporcionan tranquilidad: La interacción con plantas ayudan a reducir el estrés, tanto a nivel fisiológico como psicológico. Se ha comprobado que generan una disminución en la actividad del sistema nervioso simpático y en la presión arterial diastólica, hechos que se traducen en una mayor serenidad.
Un claro ejemplo es cuando estamos en una semana un poco atareada por trabajo, estudio y el día a día, y tomamos el fin de semana para ir de shopping de plantas, regar nuestra plantas o trasplantarlas, logramos desconectarnos y conectarnos en ese momento algo que hace que el tiempo se pase y ni nos demos cuenta porque lo estamos disfrutando lo que a su vez reduce nuestro estrés y genera que nos adentramos en un espacio lleno de tranquilidad.
2. Favorecen el bienestar emocional: las personas que dedican más tiempo al cuidado de sus plantas, realizan una tarea que se correlaciona con el bienestar emocional, que relacionado con lo anterior, dedicar tiempo a nuestras plantas nos permite hacer una actividad fuera de la rutina que nos genere bienestar porque es algo que nos gusta y nos entretiene convirtiéndose en un espacio seguro.
3. Estimulan los sentidos y ayudan a trabajar mejor: la práctica del cuidado de las plantas estimula los sentidos, en particular el tacto y el olfato. Esas texturas y aromas de la naturaleza, a menudo tan lejanos para quienes vivimos en la ciudad o zonas urbanas, ayudan a desconectarse del resto de las actividades cotidianas, el constante uso de las pantallas y los dispositivos electrónicos, y permiten conectarse de otra manera con uno mismo. Circunstancias que no solo reduce el estrés y la ansiedad, sino que también permite aumentar la productividad.
En especial cuando trasplantamos nuestras plantitas, el olor de la tierra, su textura, los diversos colores y formas de las plantas y ver sus raíces resulta tranquilizante, como una aventura a un nuevo mundo al ser sensaciones a las cuales no estamos acostumbrados y esos estímulos generan nuevas experiencias que quedan en nuestra memoria.
4. Fomentan la responsabilidad y refuerzan la autoestima: Las plantas son seres vivos que requieren de cuidado y acompañamiento, algo que implica la organización de unas ciertas rutinas y un sentido de la responsabilidad por parte de la persona que se propone vivir con ellas. En consecuencia, el desarrollo saludable de las plantas puede mejorar de manera significativa la confianza de una persona.
Y es así, cuando tenemos una planta desde chiquita y vemos cómo va creciendo que incluso vemos que ya es necesario trasplantarla, es algo muy satisfactorio porque evidenciamos que lo estamos haciendo bien. Otro ejemplo cuando esa planta logra florecer lo que es una felicidad inexplicable o cuando esa planta se vuelve una planta madre y logramos propagarla, más cuando hablamos de plantas exóticas y que se consideran difíciles de cuidar como lo son las orquídeas, pero que cuando logramos es satisfactorio porque es gracias a nuestro esfuerzo, dedicación y responsabilidad. Por eso, en algunas escuelas en la clase de biología o ciencias naturales trabajan con plantas, para fomentar la responsabilidad del cuidado de un ser vivo por parte de los niñ@s (aunque algunos adultos también necesitamos de plantas para mejorar ese aspecto). Es así, como muchos iniciamos con solo una plantita y ahora tenemos un bosque en nuestras casas.
Para finalizar, queremos darte unos tips que de acuerdo el estudio original presentado por el Grupo de Investigación de Naturación Urbana e Ingeniería de Biosistemas (Naturib), brinda algunas recomendaciones a considerar cuando compres o adoptes una plantita:
Las plantas con flores influyen más que las plantas de follaje, en la disminución de estrés.
El color verde amarillento y verde fresco pueden hacernos sentir más cómodos y calmados.
Tener muchas plantas de interior que ocupen el espacio, entrega la sensación de estar en un paisaje exterior, mejorando la calidad emocional de las personas.
Por eso la invitación que quiero hacerte, es a que aceptes tener una plantita en tu casa y lleves la naturaleza a tu hogar, pues más allá de decoración pueden ser una gran estrategia para el cuidado de nuestra salud mental e indirectamente de nuestra salud física. Espero ver tus comentarios compartiendonos tu experiencia con las plantas, puede que a muchos nos sea de ayuda o podamos ayudarte.
Melany Dianne Penagos Quiceno
CEO Finus Sabai
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