top of page
Foto del escritorPoliContinental

Cultura o costumbre

El hábito de colarse en el servicio público

Cuando los educadores promovemos los buenos hábitos o cuando hablamos y concientizamos sobre la ética en el accionar diario o como es la mejor forma de dar ejemplo a los demás, quedamos sorprendidos y de cierta forma desconcertados al ver la gran cantidad de personas como ha tomado la acción de colarse en el transporte público como un deporte extremo.


He podido ser testigo constante de esta práctica que me hace reflexionar sobre a las personas que cometen esta infracción en especial las adultas y me pregunto, cuál será el mensaje que transmiten sobre valores a los hijos o nietos? o los jóvenes estudiantes de colegio, que país proyectarán sabiendo que el acto que cometen no es correcto, o mejor aún, a los jóvenes universitarios que se preparan para ser profesionales, como se verán en unos años sabiendo que desde su época universitaria están violando la norma?


Normalmente vemos campañas publicitarias de transmilenio por todos los medios incluyendo al interior de los mismos articulados, también somos testigos de cómo se hacen reportajes constantes sobre este fenómeno que se convirtió en problema para los aspectos financieros de la empresa mixta de transporte, pues las cifras presentadas en el mes de enero del presente año dicen que desde el 2019 hasta el año pasado, los colados en el sistema pasaron a ser del 16,7 al 29,6 %. donde en promedio semanalmente se pierden 10.600 millones de pesos (personalmente creo que las cifras están muy por debajo de la realidad) y la pregunta es ¿qué pasa?, ¿porque estas acciones de concientización no tienen efecto? algunos atribuyen este comportamiento a la cultura, sin embargo difiero de esa apreciación ya que como bogotano no se me puede identificar de que este accionar de muchos ciudadanos hace parte de nuestro arraigo cultural y de nuestras tradiciones.


Esto conlleva a reflexionar si se convirtió en una costumbre, si ya es un paisaje que se ha vuelto normal a la vista de todos. Algo que me ha llamado la atención en las oportunidades que he utilizado el sistema es el perfil de personas que cometen esta infracción ya que hay de todos los tipos, en una oportunidad hace poco en donde tuve que esperar a un familiar en horas de la noche en la estación de la calle 34, pude contabilizar un ingreso alrededor de unas 120 personas en un lapso de 30 minutos sobre las 8 de la noche y pude evidenciar que aproximadamente 100 se colaron, y como desde el momento que pisan el andén de la estación están pendientes si hay o no un policía para luego saltar el torniquete o devolverlo para pasar como si fuera algo totalmente normal, también pude notar como cuando llegaba el policía (uno solo para toda la estación) de su ronda por todos los vagones, las personas que llevaban la intención de colarse, se desmotivaron y se devolvieron emitiendo conceptos toscos al no poder hacerlo, y mencionaron tener que caminar hasta la otra estación para poder coronar, lo curioso de esta situación es que el 90% de las personas que se colaron eran estudiantes universitarios los cuales pude identificar por su carné que era de una universidad cercana o funcionarios de las empresas cercanas al centro internacional.


Sin embargo algo de resaltar es cómo pese a ser pocos, aún hay personas que se detienen y hacen una fila para pagar su pasaje, lo que se convierte en una disyuntiva sorprendente que en un mismo espacio reducido, mientras pocos pasaban con su tarjeta por el lector, la mayoría saltaba la registradora al lado. "¿Molesto NO?"



Escuchamos todos los días de esta problemática y no solo en Bogotá ya es viral en las demás ciudades que cuentan con un sistema de transporte similar, lastimosamente ya no pasa el tema solamente por el pago del pasaje, ya genera problemas de convivencia al enfrentarse agresivamente entre los que controlan y los colados dejando en muchos casos personas lastimadas, el fenómeno está creciendo y tomando nuevos caminos, será que de costumbre estamos pasando a que esta actitud de facilismo sea parte de nuestra cultura?, lo consideraría nefasto para nuestra sociedad.


¿Acciones como colocar rejas en medio de la vía, o puertas con motores de gran potencia para que no las abran desde el exterior o torniquetes de gran altura serán la solución? o acudir a la conciencia de nuestros empleados, estudiantes o familiares de que parte de la solución somos nosotros.


ESTO CAMBIA SI NOSOTROS CAMBIAMOS


No esperemos que los gobernantes lo hagan por nosotros porque así no llegaremos una pensión feliz y menos con las reformas que se acercan.


Propongámonos fortalecer nuestra verdadera cultura, involucremos a los de nuestros entornos y veremos resultados de un mejor futuro construido por todos, sembrando la semilla que queremos que florezca sana.


Reconozcamos nuestros deberes .


William Fernando Penagos

Director PoliContinental

















Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating

PoliContinental

bottom of page